- Inicio
- Civilización mexica
- Descubierto el primer templo dedicado al dios Xipe Tótec
Descubierto el primer templo dedicado al dios Xipe Tótec
Publicado el
Tal y como anunció el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el pasado 2 de febrero de 2019, se ha descubierto el primer templo dedicado al dios Xipe Tótec (Nuestro Señor El Desollado). El hallazgo arqueológico está formado por dos altares sacrificiales, dos esculturas de Xipe Tótec en piedra y diversos elementos en la zona arqueológica de Ndachjian–Tehuacán (Puebla).
Este artículo ha sido actualizado y su publicación original se realizó el 5 de febrero de 2019.
¿Quién es Xipe Tótec?
El dios fue uno de los dioses más importantes en el territorio mesoamericano aunque hasta ahora no se hubiese encontrado ningún templo dedicado a Xipe Tótec. Aunque se cree que su culto fue iniciado por el pueblo yopi y luego se fue extendiendo alrededor del territorio.
La importancia de Xipe Tótec yace en sus atribuciones, puesto que representaba la primavera, la renovación de la naturaleza, sobre todo del maíz. Aun así, también era uno de los dioses de la guerra. El dios Xipe Tótec y su festividad estaban relacionadas con el maíz porque tanto el alimento como el guerrero sacrificado debían ser desollados para de esta manera hacer el ciclo regenerativo agrario.
Su principal festividad se producía en la veintena conocida como tlacaxipehualiztli. En ella, las víctimas del sacrificio gladiatorio eran desolladas tras haberles extirpado el corazón para que los sacerdotes se vistieran con sus pieles y de esta forma darle culto al dios Xipe Tótec. Previamente al sacrificio, y como parte del ritual, los guerreros cautivos se enfrentaban con los guerreros jaguar y águila con unas armas de madera y atados a la piedra temalacatl.
Tras haber sido sacrificados y desollados, la carne del guerrero cautivo era ingerida por el guerrero que lo capturó y por su familia, realizando un canibalismo ritual por el cual obtenían las cualidades del guerrero inmolado. Al igual que con las demás deidades, los mexicas tenían esculturas de Xipe Tótec para rendirle culto.
El templo dedicado a Xipe Totec en el yacimiento de Puebla
Los diversos arqueólogos del INAH, como Noemí Castillo Tejero, que están trabajando en la zona arqueológica de Puebla y en el templo dedicado a Xipe Tótec, consideran que las esculturas personifican a la deidad. Esta opinión se ve respaldada tras la datación del uso del templo entre el 1000 y el 1260 d.C. y la coincidencia del lugar con las descripciones que se encontraron en fuentes documentales.
Además, previamente ya se habían encontrado en ese yacimiento esculturas de Xipe Tótec y que ahora se exhiben en el Museo de Sitio de Tehuacán. Según los expertos, el templo tuvo tres etapas y que la última de ellas se pudo extender hasta el 1456 d.C.
El torso de piedra encontrado no tiene cabeza porque probablemente fue fragmentado ritualmente, representando la ceremonia que se hacía para dar culto a la deidad. La escultura mide aproximadamente 80 centímetros de alto y en el vientre tiene un agujero donde se colocaba una piedra verde en las ceremonias. Además, del brazo izquierdo cuelga una mano derecha que simboliza la mano del sacrificado que quedaba hacia atrás tras haber sido desollado.
En el caso de los cráneos, miden aproximadamente 70 centímetros de alto y pesan unos 200 kg, los cuales representan que han sido desollados. Fueron esculpidos en piedra volcánica ajena a la zona donde se ha encontrado, por lo tanto, el material fue importado.
Todavía queda mucho más por saber acerca del primer templo dedicado al dios Xipe Tótec hasta la fecha, pero es un gran descubrimiento dentro del mundo arqueológico e histórico.
Déjame en los comentarios qué te ha parecido el último descubrimiento sobre el dios Xipe Tótec, Nuestro Señor el Desollado. Y si quieres saber más sobre los mexicas descubre todos nuestros contenidos relacionados con la civilización mexica y aprende con Mundo Mexica.
Bibliografía
González González, C.J. (2011), Xipe Tótec: guerra y regeneración del maíz en la religión mexica, México: Fondo de Cultura Económica. 453 pp.